VOLVAMOS A CAMINAR.
Escribe: Noelia Tacza Varillas.
Contadora Pública Colegiada /Ex-Candidata a Regidora Joven por San Juan de Lurigancho-LIMA
Iniciar una caminata desde la ciudad, hasta los cerros de lima es de gran experiencia y de conocimiento de la realidad económica social y cultural; de una realidad que esta muy cerca de nosotros.
Para los que viven entre la subida o en los últimas casas de las faldas de los cerros puede pasar por desapercibido, el tener que subir y bajar todos los días desde sus casas hasta su centro de trabajo o centros de estudios. Esa realidad es parte ya de ellos.
Para los que viven entre la subida o en los últimas casas de las faldas de los cerros puede pasar por desapercibido, el tener que subir y bajar todos los días desde sus casas hasta su centro de trabajo o centros de estudios. Esa realidad es parte ya de ellos.
Pero, para quien no vive allí puede servir para dejar de estar de espaldas a la realidad y ponerse frente a frente con los problemas de parte de nuestros hermanos y ver que falta cubrir muchas de sus necesidades. Tienen viviendas precarias, hay hacinamiento, falta de agua, luz y desagüe Falta asfaltar pistas, hacer veredas.
A las casas que no le faltan paredes les falta techo o puertas siempre hay algo que falta hacer o construir e incluso hay ausencia de áreas verdes. Hay una escasa cultura de conservación y preocupación del medio ambiente.
Donde no hay asfalto el olor a tierra mojada de las calles satura las vías respiratorias, y donde no hay desagüe, el agua ya usada se arroja hacia la calle. Donde no hay agua potable el agua llega en cisternas y aun alto costo. La realidad se presenta tal y como es.
Subir a cualquiera de los cerros de San Juan de Lurigancho o de San Juan de Miraflores, Villa Maria del triunfo o Comas, la realidad será similar. A falta de espacios de recreación los niños y jóvenes juegan en la calle, su vida social fuera de los escuelas lo realizan sobre el polvo o la arena, en algunas veces en sobre asfalto.
Hace más de un año fueron incorporados a la gestión municipal muchos menores de 29 años como regidores en distintas municipalidades. Estos jóvenes en su mayoría con empeño de trabajar por estos pueblos víctima de una realidad hostil y de marginación de las políticas municipales de desarrollo local. Lo que mucha gente se pregunta es: ¿cuanto de lo que se propuso en aquella campaña electoral se ha realizado hasta ahora a favor de esta población?
Valdría el momento para invitarles a caminar otra vez por los lugares donde muchos caminaron para hacerles recordar que y cuanto dijeron que iban hacer por la ciudad.
Hacerles ver otra vez desde arriba desde la última casa del cerro de la ciudad y sus múltiples problemas que hoy en día presentan. Quizá mirando otra vez la realidad se pongan en acción y por fin el pueblo pueda ver algo de lo mucho que se le prometió.
A las casas que no le faltan paredes les falta techo o puertas siempre hay algo que falta hacer o construir e incluso hay ausencia de áreas verdes. Hay una escasa cultura de conservación y preocupación del medio ambiente.
Donde no hay asfalto el olor a tierra mojada de las calles satura las vías respiratorias, y donde no hay desagüe, el agua ya usada se arroja hacia la calle. Donde no hay agua potable el agua llega en cisternas y aun alto costo. La realidad se presenta tal y como es.
Subir a cualquiera de los cerros de San Juan de Lurigancho o de San Juan de Miraflores, Villa Maria del triunfo o Comas, la realidad será similar. A falta de espacios de recreación los niños y jóvenes juegan en la calle, su vida social fuera de los escuelas lo realizan sobre el polvo o la arena, en algunas veces en sobre asfalto.
Hace más de un año fueron incorporados a la gestión municipal muchos menores de 29 años como regidores en distintas municipalidades. Estos jóvenes en su mayoría con empeño de trabajar por estos pueblos víctima de una realidad hostil y de marginación de las políticas municipales de desarrollo local. Lo que mucha gente se pregunta es: ¿cuanto de lo que se propuso en aquella campaña electoral se ha realizado hasta ahora a favor de esta población?
Valdría el momento para invitarles a caminar otra vez por los lugares donde muchos caminaron para hacerles recordar que y cuanto dijeron que iban hacer por la ciudad.
Hacerles ver otra vez desde arriba desde la última casa del cerro de la ciudad y sus múltiples problemas que hoy en día presentan. Quizá mirando otra vez la realidad se pongan en acción y por fin el pueblo pueda ver algo de lo mucho que se le prometió.
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